PACMA, sobre el barco-establo cargado de cocaína en la costa Gran Canaria: «Poco se habla del calvario del transporte marítimo de animales»

En el barco-establo Orión V interceptado con más de 4 toneladas de cocaína la pasada semana en la costa de Gran Canaria mientras repostaba, había 1.500 toros utilizados para introducir la droga.

Prácticamente no se ha abordado la cuestión de que, en el barco-establo Orión V interceptado con más de 4 toneladas de cocaína la pasada semana en la costa de Gran Canaria mientras repostaba, había 1.500 toros utilizados como «caballo de Troya» para introducir la droga proveniente de América del Sur hasta Oriente Próximo.

La única forma en la que las autoridades canarias se han pronunciado ha sido respecto a los olores y la imposibilidad de descargar a los animales en suelo europeo. Estos animales son víctimas directas del narcotráfico, y las autoridades canarias han tenido una falta total de implicación a la hora de comprobar su estado de salud y valorar su requisa por motivos de bienestar y sanidad animal.

Este barco ya tuvo un accidente en 2021, cuando una persona falleció al inhalar gas proveniente de la descomposición de la comida de los animales y otras dos personas perdieron el conocimiento, por lo que existen motivos para que, al margen de la autorización que este navío tenga para transportar animales, se tenga que realizar una inspección.

No es la primera vez que los animales «de producción» padecen las desavenencias de las decisiones humanas: en abril de 2018, 2.000 ovejas fallecieron hacinadas en el Awassi Express; un barco australiano de exportación de ganado que habría tenido problemas burocráticos. En noviembre de 2019, otro barco-establo naufragaba en el Mar Negro causando la muerte a 14.600 animales. En marzo de 2021, un carguero con 900 terneros vagó por el Mediterráneo durante 2 meses al sospechar de una posible enfermedad que transportarían los animales, que finalmente fueron sacrificados en el puerto. En mayo de 2020, una situación similar en un barco sospechoso de transportar droga terminaba con la muerte de casi 4.000 vacas en el Puerto de Algeciras.

Desde PACMA ya llevamos a cabo una campaña contra el transporte de animales vivos en largas distancias en el año 2018. En estos recorridos mueren asfixiados, son pateados por otros animales y llegan a su destino con extremidades rotas, debido a la cantidad de horas que dura el traslado y a las deficientes condiciones en las que se realizan los viajes, como explicamos por aquel entonces. Sufren durante su estancia en las granjas, sufren siendo transportados y cuando llegan a su destino resulta que es un matadero; un larguísimo viaje para ser sacrificados en países donde las leyes de protección animal y la garantía de bienestar no existen.

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